La tabla de quesos es uno de los ejemplos de que en lo simple y rápido de preparar se puede esconder un manjar.
Tenemos una variedad grande de quesos, suaves, fuertes, tiernos, aromatizados, secos, frescos, cremosos, picantes, dulces, azules...
Hay que tener en cuenta que cada paladar tiene sus gustos y puedes acompañar la tabla de quesos con mermelada, galletas dulces o saladas, moras, frutas en rebanadas, miel, frutos secos, membrillo, uvas....
Las tablas de quesos se sirven a menudo antes de una comida, pero también pueden ofrecerse al final. Dependera de ti y del momento que elijas para sorprender a tus invitados, si es el momento del picoteo inicial o del postre.
La finalidad de acompañar la tabla de quesos con las frutas rojas es realzar y potenciar el sabor de los quesos, también resultan muy útiles para limpiar el paladar cuando pasamos de un queso a otro y así poder apreciar mejor cada variedad de queso. Además de que esto puede ser una experiencia muy interesante.
Yo esta vez elegi una tabla de quesos curados, tiernos, parmesano y unas frambuesas, para decorar en la mesa de Navidad.
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